Quiero trabajar para ti, Dios mío… Pero Señor, no puedo hacer nada sin ti, ¡ayúdame!

 

“El hombre tiene un hermoso deber y obligación: orar y amar. Si oráis y amáis, habréis hallado la felicidad en este mundo”.

“Quisiera ganar almas para Dios… Es el sacerdote el que continúa la obra de la redención sobre la tierra… El sacerdote no es sacerdote para él… No es para él, es por vosotros”.

“El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús”.
“5. El sacerdote está entre Dios y los hombres como el vidrio está entre la luz y nuestros ojos”.

“Necesitamos sacerdotes para renovar el mundo”.

«7. Una persona consagrada a Dios, es la complacencia de la Santísima Trinidad».

“Cuanto más pobre se hace uno por Jesucristo, tanto más rico se es por Jesucristo”.